…se tiene la oportunidad de
retratar la Vía Láctea desde la puerta de casa. Y todo gracias a una farola
fundida. Os prometo que se veía. Claro que la calle es en el pueblo, un pueblo
pequeño donde hay menos contaminación lumínica que en una gran ciudad, pero aun
así quedé sorprendido. Cierto es que a la hora “frescar” en el verano a la
puerta de la casa suele uno mirar al cielo, pero la posibilidad de distinguir
la Vía Láctea la creí perdida como a los serenos. A la noche siguiente la
farola fundida ya ardió y su luz eclipsó el esplendor del cielo de verano.
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No una noche cualquiera
Julio 2015
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Combinación de dos fotografías
consecutivas en tonos HDR con Canon 6D y Samyang 14mm f2.8
8 seg ISO 800 para
la calle, 20 seg ISO 3200 para el cielo.
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