sobre astrofotografía
Las grandes fotografías del cielo y sus objetos requieren por lo general buenos equipos. Aunque se puede simplemente hacer fotografías satisfactorias del cielo y sus maravillas con un equipo modesto. Digamos que el equipo indispensable para hacer astrofografía es una cámara réflex, un disparador remoto o con cable, un trípode y un sistema de seguimiento sidéreo.
A continuación os presento a mi plancheta ecuatorial, con esto hice mis primeras fotografías del cielo que podéis ver en la correspondiente sección.
Plancheta ecuatorial |
Con este sistema se pueden conseguir fotografías decentes de las denominadas de “gran campo”. Su eficacia está restringida por la imprecisión de su puesta en estación hasta cierto alcance. Su uso con objetivos fotográficos de más de 50 mm se hace muy difícil, por lo que en la práctica es recomendable no aventurarse más allá del gran angular.
Todas las fotografías expuestas en la sección Fotografía con plancheta ecuatorial son tomas únicas realizadas con la función de reducción de ruido para larga exposición y para isos elevados activada. Pero en astrofotografía es frecuente realizar muchas tomas del mismo objeto para después, con el software apropiado, sumarlas o apilarlas. El objetivo de este proceso es depurar señal y minimizar el ruido electrónico generado por los sensores de las cámaras. Los tiempos de exposición de una toma suelen ser muy largos, de entre 5 y 15 minutos y es necesario hacer también varias tomas oscuras o “darks” para limpiar nuestra imagen de ese ruido electrónico. Para poder hacer tomas tan largas y en un buen número ya se hace imprescindible disponer de una montura ecuatorial motorizada que permita realizar este proceso de forma automática. Para ello cuento con una montura Meade lxd 75 a la que acoplo mi cámara y dejo haciendo fotos el tiempo necesario programando un intervalometro.
Montura ecuatorial motorizada |
Usando objetivos estándares de 50mm no necesito instalar autoguiado. El autoguiado es un sistema que mediante software corrige las desviaciones que la montura sufre en su movimiento en sincronía con el cielo, y prescindo de él porque hasta ahora sigo haciendo astrofotografía de gran campo. Con una montura de esta categoría y haciendo una buena puesta en estación, se pueden usar teleobjetivos de 200 mm o más sin recurrir al autoguiado.
Para estas astrofotografías uso una cámara Canon eos 1000d a la que terminé por sustraer el filtro IR original y sustituirlo por otro más sensible al H-alfa, cuya longitud de onda es muy abundante en el cielo. Además, para aliviar el problema de la contaminación lumínica incorporé un filtro antipolución que hasta ahora me ha resultado muy efectivo.
Todas las astrofografías, además del complicado proceso de captura, suelen estar procesadas, esto es, llevadas a un programa de edición fotográfica especializado o no, con el fin de depurar señal, limpiar ruido y, dependiendo del autor, mostrarse más o menos espectaculares. La habilidad para hacer de una fotografía del cielo algo extraordinario depende en gran medida de lo diestro que se sea en el manejo de estos programas y para llegar a dominarlos se ha de invertir mucho tiempo practicando…
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