En general y especialmente en gran campo, hay que prestar atención a la contaminación lumínica a la hora de hacer nuestras fotografías.
La contaminación lumínica es por definición “lo que te estropea la foto”. No obstante, los contrastes anaranjados que produce este fenómeno pueden ser aprovechados en cierto tipo de fotografías, como pueden ser las de “paisaje nocturno”. En el caso de la astrofotografía es casi seguro un elemento negativo que hay que evitar.
La siguiente fotografía esta hecha a unos 60 kilómetros de distancia del núcleo urbano sevillano. Fueron necesarios 8 minutos de exposición a iso 800 para que la Vía Láctea quedara bien expuesta. Con estos valores la luz basura arrojada por la ciudad al cielo se hace presente de manera escandalosa. Sirva la siguiente imagen a modo de denuncia de una amenaza cada vez más preocupante no sólo para la astronomía o la fotografía sino para la biodiversidad del planeta, y esto es un problema serio.
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| Vía Láctea sobre un cielo contaminado |
Cuando las nubes atraviesan una zona lumínicamente contaminada actúan como difusor de la luz acentuando más el problema. Aquí tenemos a un Orión afectado que a duras penas escapa por encima de las nubes.
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| Orión |
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